En las locuciones con las que expresamos dirección, evitamos la preposición a cuando la palabra que marca el destino empieza por a-. Nadie diría, por ejemplo, *tengo que volver a atrás o *voy a arriba. Pero sí decimos mira la foto de derecha a izquierda.
- Me he leído tres veces los apuntes de arriba abajo y de abajo arriba y no he encontrado nada relacionado con la tercera pregunta del examen.
- *En cuanto aparecí en la reunión me miró de arriba a abajo con una cara de desprecio que ni te imaginas.
Lo mismo sucede con de delante atrás, de atrás adelante, de dentro afuera y de fuera adentro.